La vida es mucho más bonita cuando tenemos a alguien al lado que nos quiere. Los días se hacen mejores, nos levantamos con más ganas, y nuestras tareas parecen fluir.

Sentir esa sensación que nos envuelve y nos mejora es  a lo que todos aspiramos. No creo que nadie realmente no quiera esto. Puede que tengamos miedo, desconfianzas, o dudas. Pero en el fondo todos deseamos sentirnos así.

Porque sentirnos amados es una sensación que puede curar. Si, el amor cura. Los estados de ánimo negativos los ahuyenta. Da igual lo que nos pase, realmente si tenemos a alguien al lado que nos apoye y nos ame, gran parte de nuestros problemas dejan de serlo. Y pasan a ser meros sucesos de nuestro día a día.

Todo queda a un segundo plano. Yo te echo de menos. Y siento la necesidad de escribirte en este océano de dudas de tu mente. Siento la necesidad cada día de hacerte saber que estoy aquí. Esperando que tus dudas se despejen y por fin aparezcas. Todo fue muy rápido, quizá. Hasta puede que fuera en un mal momento para que pasara, quizá. No lo sé. Pero porque pararme a pensar en todos esos quizá sin prestar atención al hecho de que me empecé a enamorar de ti en el peor momento de mi vida. Dime. ¿Hay algo más puro que eso?

Cuando el sentimiento más bonito de la humanidad entra en mi en un momento tan oscuro… no es quizá porque tenía que ser así… porque seas la mujer de mi vida? porque el Destino así lo quiso. No creo que haya que darle muchas vueltas. Sé que puedo revolucionar tu mundo. Pero cuando te lo digo con la mano en el pecho, día tras día, mostrándolo al mundo para despejar tus desconfianzas… no será porque lo siento de verdad cielo?

No soy perfecto. Hasta el más sabio lo sabe. Tengo mil fallos que pulir. Pero sé en lo que soy bueno, y queriéndote seré el mejor. Después de tantas vivencias, tantos errores cometidos y tantas caídas, no crees que he aprendido de todo ello? Y puedes recibir todo el legado de mi aprendizaje para tener un amor puro y sin barreras?

Me gustaría decirte todo lo que te he escrito estas últimas semanas a la cara. Me gustaría tenerte delante y sonrojarte. No es una declaración de intenciones. Ni de coña. Es un deseo. Un ferviente deseo por mostrarle a la mujer que quiero que estoy aquí para ella y para siempre. Hasta que la vida se me acabe.

Y no es algo que podamos desperdiciar. Cuando dos personas a lo largo de los años quedan unidas como nosotros, tiene que ser por algo. Y me gustaría descubrirlo a tu lado. Cada vez que nos hemos reencontrado ha surgido de todo, desde cariño, a atracción brutal.

Hay algo que nos une. Complicidad, deseo, pasión, cariño, alegría, incluso la mala leche que nos caracteriza a ambos y lo cabezones que somos. Te prometo que no tendrás que volver a desconfiar de mi jamás. Te lo prometo.

Miro cada una de tus fotos cien veces al día tocándolas como si así pudiera acariciarte de verdad. Miro tus fotos imaginando que te beso como hace muy poco tiempo. Con esa mezcla de pasión y de cariño llamada amor.

Te necesito en mi vida. Trajiste una luz a mis días que nadie antes fue capaz de provocar. Y quiero aportarte algo parecido. No quiero que tengas más días de bajón. Y si los tienes compartirlos contigo.

No sé como ha pasado, ni porqué ha sucedido. Te lo juro. Pero estoy seguro que eres tú. Todo mi cuerpo y mi mente susurran tu nombre en mis oídos.

Sé que puede constarte entenderlo, o confiar, porque sé cómo eres, y sé como fue nuestro pasado. Pero yo no soy ese más y creo que te empezaste a dar cuenta.

Me gustaría que siguieses comprobando que soy una mejor versión de mi mismo, más perfeccionada y engrasada, alguien que solo desea quererte como siempre quisiste.

Quizá ahora yo esté enamorado de ti como antaño tú de mi. Y ahora tú no lo estés. Pero mientras no me lo hagas saber no pararé hasta demostrarte mis intenciones. Porque nunca tenemos que dejar de luchar por aquello que amamos.

Hoy es jueves, y mañana será viernes, y día tras día seguiré aquí escribiendo, intentando disipar tus dudas y tus miedos. Habla con tu familia, no creo que ellos te digan que estoy aquí para engañar.

De verdad, yo creo que no. Te quiero Tatyana. Quizá no lo supe demostrar hace años, quizá no lo supe entender entonces, pero hoy  me doy cuenta de ello y no me lo niego.

Y da igual lo que sientas tú, sabré entenderlo. Pero siempre te llevaré en mi corazón. Siempre podrás contar conmigo, siempre podrás acudir a mi cuando algo necesites. Ahora estás encima de mi todo, y no hay nada que te supere en importancia.

Sólo soy un hombre diciéndole a una mujer que la quiere. Y que la necesita en su vida.

Soy humilde en mis intenciones. No sé a dónde nos llevaría el futuro, pero si sé que sería un futuro mejor si me dejases demostrártelo. Sé lo importante que es tu carrera para ti, y quiero ayudarte en ello. Estando a tu lado, alegrándote en los malos momentos, sea lo que sea que necesites. Quiero hacerlo.

«Quiero dormir contigo, en el sentido más inocente de la palabra. Quiero darte un beso de buenas noches, apagar la luz y acostarme por primera vez a tu lado. Quiero estar allí, oírte respirar el mismo aire que yo. Quiero compartir la misma manta y el calor a medida que vas a la tierra el ensueño. Quiero compartir cada uno de mis lugares favoritos. Quiero abrazarte y sentir tus brazos envueltos a mi alrededor.  Quiero oírte respirar mientras duermes. Quiero ser lo último que ves en la noche y lo primero que ves en la mañana. Quiero empezar y terminar cada día diciéndote lo mucho que te amo. Yo lo quiero para mi y podría continuar durante una eternidad explicándote porqué».

 

 

Deja un comentario